Este 21 de febrero se conmemoró el 165 aniversario de la publicación del
Manifiesto del Partido Comunista, documento de dimensiones históricas
redactado por lo jóvenes alemanes Carlos Marx (1818-1883) y Federico
Engels (1820-1895), por encargo del segundo congreso de la Liga de los
Comunistas reunido en Londres en noviembre de 1847.
Dicho manifiesto estaba destinado para servir de programa a la naciente
organización revolucionaria proletaria, y para expresar al mundo la
forma acabada de pensar de los comunistas: … es ya hora de que los
comunistas expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas,
sus tendencias, sus aspiraciones, saliendo así al paso de esa leyenda
del espectro comunista con un manifiesto de su partido…
En el Manifiesto se plasma ejemplarmente ese proceso que Lenin denominó
la fusión del Movimiento Obrero con la Teoría Revolucionaria. Porque
este texto es producto de la conjunción de los esfuerzos del
proletariado organizado hasta la fecha tanto en el Cartismo como
sobretodo en la organización secreta de la Liga de los Justos con los
estudios que habían emprendido dos intelectuales de extracción burguesa
como lo eran Marx y Engels.
Un hecho que pasa desapercibido es que para que esta conjunción se haya
materializado fue necesario un titánico esfuerzo organizativo tanto de
Marx como de Engels durante dos años para ganarse importantes núcleos
obreros en Londres, Bruselas y Paris fundamentalmente. Fue necesaria una
encarnizada lucha ideológica para ganarse a los trabajadores frente a
las concepciones utópicas, y fundar la Liga de los Comunistas, primera
organización revolucionaria del proletariado.
Este hecho sumado a la conformación de la I Internacional Obrera nos
demuestra que tanto Marx como Engels no eran teóricos puros encerrados
en sus estudios, sino que llegaron a ser comandantes del movimiento
obrero europeo e incluso norteamericano de su época.
El Manifiesto del Partido Comunista es un documento donde se sintetizan
de forma genial los enunciados fundamentales del Materialismo Histórico
desarrollados a grandes rasgos por Marx y Engels, corroborados más
adelante con las investigaciones críticas de la Economía Política que
luego se plasman magistralmente en El Capital (1867). En el Manifiesto
ya se sintetizan las principales tesis que habían sido desarrolladas en
la Ideología Alemana y la Miseria de la Filosofía, obras primigenias del
Materialismo Histórico.
Por esta razón, este texto es la partida de defunción del Socialismo
Utópico y la partida de nacimiento del Socialismo Científico. La nueva
sociedad en construcción no iba ser producto de una idea o plan genial
de un intelectual piadoso, sino de un profundo proceso de Lucha de
Clases que partiendo de las contradicciones inherentes a la Sociedad
Capitalista iba dar lugar a una Revolución que trastocaría
definitivamente las relaciones de producción explotadoras derivadas de
la existencia de la propiedad privada de los medios de producción.
El Socialismo Científico a diferencia del Utópico no coloca en el centro
de su teoría revolucionaria al Proletariado por ser el que más sufre
sino porque es el que tiene las condiciones como clase social para
llevar hasta sus últimas consecuencias la Revolución Comunista. La Clase
Obrera es la que pone andar a todo el aparato productivo y aunque no lo
sepa puede tener el control fáctico de la producción si derroca a la
Burguesía.
En otro orden de ideas, este documento es el texto programático más
importante de la historia del movimiento obrero y revolucionario
contemporáneo, donde por primera vez se plasman sus intereses de clase
de forma consecuente y sin ningún tipo de ambigüedad idealista. En él se
plasman un programa mínimo de 10 puntos avanzados incluso para la época
actual, se desarrolla la definición de la Dictadura del Proletariado
(El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando paulatinamente a
la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de la
producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del
proletariado organizado como clase gobernante, y procurando fomentar por
todos los medios y con la mayor rapidez posible las energías
productivas.) como fase histórica necesaria para la transición a la
Sociedad Comunista y se define a grosso modo la misma: … a la vieja
sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clase,
sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno
condicione el libre desarrollo de todos…
En el Manifiesto se establece claramente que para la Clase Obrera es
imprescindible la toma del poder político para hacer la revolución, sin
embargo, la Comuna de Paris ayuda a profundizar esta tesis, ya que esta
enseñó que el proletariado no solo debe tomar el control del Estado
Burgués sino que inmediatamente debe desmontarlo para construir un
Estado de Nuevo Tipo, proletario, que desarrolle la transición al
comunismo de forma exitosa por un largo periodo histórico.
Por esto el Manifiesto del Partido Comunista seguirá estando vigente
mientras siga existiendo una Burguesía para derrocar, el movimiento
obrero y el capitalismo son dos caras de una misma moneda. El Socialismo
Científico solo morirá cuando desaparezca su razón de ser, la Lucha
contra el Capitalismo.
El Manifiesto coloca en el centro la Lucha de Clases como proceso
histórico que desencadenará definiciones revolucionarias o la
destrucción de las clases beligerantes.
Socialismo o Barbarie sintetizan hoy este planteamiento.